- Calentar la leche y ? de la taza del azúcar en una cacerola a fuego medio hasta que rompa el hervor.
- Mezclar el resto del azúcar con el almidón de maíz y la sal en un bol. Agregar los huevos, la yema y mezclar bien hasta que se integren todos los ingredientes e incorporar gradualmente la leche caliente.
- Colocar la preparación nuevamente en la cacerola y cocinar hasta que rompa el hervor.
- Retirar, añadir el chocolate bien picado, la esencia de vainilla, mezclar y colar.
- Tapar la superficie con papel film y dejar enfriar.
- Servir en recipientes individuales y decorar con rulos de chocolate o frutos rojos.
Son iguales a los postrecitos que nos hacían nuestras madres.
Es importante tapar la superficie con papel manteca, pues al enfriarse se endurece la superficie.